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El Guaco

Silvia Marcucci

Desde pequeña, oía hablar a los mayores sobre cuentos cómicos  de la familia, fantasmas, pero, hubo una charla que me llamó mucho la atención,contaban sobre un pájaro, llamado Guaco, cuando volaba de noche y se oían sus chillidos, miraban al cielo, veían que era todo blanco, como una aparición.  Mis familiares,  contaban que oírlo, traía la muerte segura de alguna persona y más todavía si se posaba en la casa, del futuro muerto.Mi susto era tan grande, que esa noche, creía oír los chillidos de ese animal fantástico y en mi imaginación, lo veía enorme.
Pasaron los años, una noche, estaba estudiando mi hermana para un examen de Medicina en su silla de Extension, mi madre y yo, veíamos una telenovela y todas, interrumpimos lo que hacíamos, al oír un fuerte sonido, nos asomamos y mi sorpresa fue muy grande, cuando teníamos en el balcón, un ave, blanca, un búho, de tamaño regular, chillaba fuerte y nos miraba, mi hermana nos comentó, que un ingeniero, amigo de mi padre, le había comentado, que no nos extrañaremos de un famoso Guaco Blanco, que rondaba cerca de nosotros, el ave, vivía en el campanario de la iglesia Las Mercedes, a una cuadra de nuestro apartamento, debíamos conservar la calma, ya que volaba  a altas horas de la noche, dando círculos, buscando comida para sus crías,es decir, era una hembra. Un rato después, el ave, alzó vuelo y efectivamente, se puso a volar en  círculos por la zona.
Lo más extraño, notamos que se posó y se quedó largo rato en una casa cercana.Nos cansamos de mirarla y volvimos a lo nuestro.
Al otro dia, mi madre vino del SuperMercado Cada y vino con una noticia, le contaron en el Super, la noche anterior, había fallecido en la madrugada, de muerte natural, el doctor Cárdenas Amado, tenía 80 años y no padecía de ninguna enfermedad.
Lo más extraño, el señor Cárdenas, era el dueño de la casa, que habíamos visto la noche anterior, donde se posaba el famoso Guaco Blanco,-Anunció una muerte – dije –  mi madre, hablo de nuevo, con esa sabiduría que solo se adquiere con la edad, Y – dijo con firmeza – anunció que alguien moriría y fue verdad.
SSMM

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